Fue construida durante la primera mitad del siglo XIV en el exterior del templo, en un lugar realmente privilegiado, junto a la Puerta de Els Fillols y en la parte de la catedral que siempre recibió un tratamiento más suntuoso. Fue el obispo de Lleida Arnau Sescomes quien la hizo erigir, aunque él se enterró en Tarragona, por lo que la capilla quedó destinada a panteón familiar. En su interior se conservan diferentes osarios, así como importantes restos de policromía. Entre los años 2002 y 2003 se instalaron vidrieras de colores obra del artista leridano Ángel Jové.