Situada a la derecha del ábside principal, fue fundada por Odón el Viejo en el año 1328 como panteón dinástico de la familia. Del proyecto funerario ideado para la capilla se conservan diversos fragmentos de las sepulturas masculina y femenina, mientras que de los tres altares que se construyeron sólo hay constancia documental. Fue sin duda una de las capillas más lujosas de toda la catedral, a pesar del aspecto desafortunado que el uso militar le destinó.