Ubicada junto a la Puerta de Els Fillols, es una capilla de finales del siglo XIV. Se trata nuevamente de la fundación de un obispo, Guerau de Requesens. A diferencia de las otras grandes capillas, la capilla de Requesens ha conservado una abundante decoración escultórica repartida en todos los nervios de las bóvedas, donde la heráldica de la familia se combina con figuritas de diferentes santos. Mención aparte merecen las tres claves de bóveda, auténticos bordados en piedra. A pesar de no conservarse el sepulcro del obispo fundador, se conserva fragmentariamente el sepulcro de uno de sus descendientes.